Las capacitaciones deberían ser permanentes desde las mesas de Gestión Provincial y Nacional,
en el ámbito docente; pero, para cargos de conducción creo que se debería
exigir más requisitos y mejores remuneraciones ,no solo antigüedad sino también
títulos de grado ,magíster etc.,ya que van a ser los líderes proactivo de las Instituciones,
lamentablemente en muchas ocasiones los aspirantes a cargos de conducción solo tienen un “impulso egoísta de poder”, que deviene de alguna historia de vida no
resuelta o simplemente bien intencionados carentes de capacidad ,luego se refleja en el fracaso como conductor de una unidad escolar , obviamente esto ocurre en muchas
instituciones y organizaciones sociales ,pero
creo, que como servidor público y mentor escolar , se requiere
abnegación y un compromiso que va
mas allá de aspiraciones personales.
. La educación es "cosa seria", no es un juego de concursos,”cursos
pistolas”, copiar y pegar o sumas de puntajes de cursillos.
Según Stephen Anderson, lo más difícil para un
director es delegar: " los directores más eficaces no tratan de
controlarlo todo; las responsabilidades de la escuela - en el camino al
mejoramiento-, son compartidas". Como en toda posición de liderazgo, es necesario
tener confianza en los otros adultos y sus capacidades de resolver los
problemas que se enfrentan, así como crear las condiciones para que lo puedan
hacer. Un error frecuente en cambio, es que los directivos busquen imponer sus
propias visiones sin la colaboración verdadera y genuina de los demás.
Una dificultad adicional para los directores de
escuela en nuestros días, es la necesidad de interpretar y utilizar datos sobre
los resultados de aprendizaje. Para superar los problemas hay que identificarlos
correctamente. Hoy en día las escuelas deben cumplir planes de mejoramiento
escolar, y los directivos no cuentan con ninguna formación en este punto.
"Los directores lo están aprendiendo pero en el trabajo, no en las aulas
de formación de la universidad o los ministerios de educación", añade
Anderson. Contar con estas habilidades es un gran desafío, porque las escuelas
tienen que rendir cuentas de sus resultados y hay consecuencias aparejadas.
Una tercera dificultad para los directores de
escuelas tiene que ver con que la situación actual exige de ellos una
comprensión elemental de los principios pedagógicos, para que puedan
identificar los problemas y mejorar la calidad de instrucción en la escuela. No
basta con analizar y comprender los resultados de aprendizaje sino que es
necesario conocer cuáles son las buenas prácticas a nivel de aula. No se
requiere que el director sea experto, porque no puede serlo en todas las
disciplinas, pero tiene que ser capaz de evaluar una conversación y de observar
la sala de clases de una manera efectiva.
Hace 20 o 30 años los cursos para directores
estaban más bien alineados a la administración, el manejo de financiamiento y
recursos humanos. Hoy la formación de directivos apunta más acómo influir sobre
las prácticas de docentes para llegar a un mejor resultado. Existen cambios de
estructura y condiciones de trabajo, cuya utilidad ha sido demostrada para
ayudar a los docentes en su misión de enseñar.
Este cambio de perspectiva se debió a que el
enfoque se daba en la práctica, pero sin ninguna evidencia de resultados. En la
actualidad se trabaja con los resultados sobre la mesa y se debe pensar en el
comportamiento de todos los indicadores hacia el mejoramiento y el cómo
sostenerlos cuando son buenos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario