viernes, 13 de mayo de 2011

El teatro, una herramienta en la escuela




Cuando se habla de “teatro en la escuela” suele entenderse como una actividad cuya finalidad parece ser la representación pública de un texto (ya sea de un autor determinado o de creación colectiva a partir de los ensayos e improvisaciones) al final del curso escolar o en otros días señalados…
Porque no se trata de “educación teatral” (es decir: de un profesional de teatro enseñando teatro) sino de “teatro en la educación”, es decir: imaginemos a un profesional, un profesor (no de teatro: un maestro de matemáticas, o de lengua española, o de segundo idioma…) usando el juego dramático (dentro del aula y en su horario lectivo) para mejor transmitir su materia.
¿Pero es que el teatro puede servir para enseñar matemáticas o lengua o historia?
Pues sí, ¿por qué no? ¡La expresión dramática al servicio de la educación!
No como una actividad aparte (casi siempre ajena al hecho educativo) sino formando parte de cada materia en cuestión: en fin, como una herramienta más que por igual facilite (enriqueciéndolo) el trabajo del profesor y oriente (con la práctica) el entendimiento de los alumnos.
Como una herramienta más, otro material didáctico, complemento al libro de texto, las diapositivas o la visitas educativas.
Está claro que cuantos más recursos tenga el formador más posibilidades de juego, pero con la práctica se aprende, ¿no es así?
Porque más que conocimientos dramáticos (que tampoco vienen mal, por supuesto) lo principal es echarle ganas e imaginación, que la mejor manera (sino la única) de entrar en contacto con el juego dramático y sus amplios recursos, es precisamente ésa: jugando y experimentando.
Una filosofía liberadora,crítica,constructiva, que utiliza la actividad dramática como medio para educar en valor.
Teatro a nivel curricular se fundamenta en lo siguiente:
El teatro ha transmitido históricamente distintas realidades y fantasías del ser humano, representando a través del cuerpo y la voz: temores, deseos, envidias, paradojas, contrariedades, odios, ilusiones; desde una percepción, expresión y comunicación distinta.Mediante el absurdo, la sátira, la parodia, la comedia, el drama y la tragedia, el teatro ha sostenidootros modos de conocer y de promover canales perceptivos, valorativos y reflexivos, cuestionando,denunciando o evidenciando situaciones problemáticas inherentes al contexto sociocultural.La incorporación del teatro en la escuela secundaria, se transforma en una herramienta máspara colaborar con el desarrollo personal, grupal, crítico y activo en la formación integral de los estudiantes.Para ello se espera que se recuperen las necesidades, gustos e inquietudes de los estudiantes, utilizando y explorando sus herramientas expresivas, para poder evidenciar sus realidades en represtaciones simbólicas, poniendo en juego su imaginación, creatividad y trabajo en grupo.Al tratarse de un espacio curricular nuevo, se genera el desafío de trabajar con cuerpos que logren expresiones espontáneas, heterogéneas y creativas, promoviendo el pensamiento, dinamizando procesos cognitivos, desde un cuerpo en movimiento. ¿Cómo generar otros modos de vinculación con el cuerpo, consigo mismo y con los demás de manera que favorezca el desarrollo y crecimiento de ciudadanos activos? Se buscará que, además de expresar verbalmente lo que sienten, piensan e imaginan a partir de tomar contacto con producciones teatrales, los estudiantes logren complejizar sus aprendizajes, hasta estar en condiciones de reconocer diferentes estilos de interpretación y puesta en escena, identificando recursos estéticos, señalando su peso significante.Un cuerpo y una voz: las herramientas indispensables para poder expresar y comunicar sentimientos,valores e ideas y, a la vez el misterio que tendrán que develar a través del descubrimiento y la exploración. Un cuerpo y una voz: lo que los hace común y, a la vez les posibilita la propia expresión como seres únicos e irrepetibles. El conocimiento de si mismo, la autoafirmación, el juego dramático, los temores, las fantasías, los conflictos, la comunicación, la acción: todo converge en este interjuego de ficción simbólica. Escuchar, hablar, observar y rescribir lo cotidiano, el modo de ver la vida, abrir un nuevo mundo, con una nueva mirada que no separe la razón del sentimiento, la cabeza del cuerpo: un nuevo camino donde todo es posible.


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