Además de inclusión, más calidad educativa

PorESTEBAN BULLRICH MINISTRO DE EDUCACION, CIUDAD DE BUENOS AIRES Y GABRIEL SÁNCHEZ ZINNY DIRECTOR DE BLUE STAR STRATEGIES .

La inclusión de los alumnos en el aula ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Sin embargo, a pesar del aumento de recursos, la calidad del aprendizaje no ha mejorado y resulta inequitativa si ajustamos por niveles sociales y por geográfica y localidad. En los últimos resultados PISA, Argentina obtuvo la posición 58 de 65 evaluados.

La calidad de nuestro sistema educativo es el principal desafío que enfrentamos si queremos consolidar el desarrollo económico y social, aumentar nuestra competitividad e integración en los mercados globales y formar jóvenes con valores éticos. En nuestro libro Ahora … calidad. Apuntes para el debate sobre política educativa en la Argentina buscamos orientar el debate educativo hacia la calidad, el mayor problema y desafío para nuestra región. Pero los gobiernos no se enfocan en eso por varias razones. Los acuerdos internacionales, de organizaciones como OEA, Unesco, ONU, no incentivan a hacerlo. La mayoría de los países de la región no participan de pruebas internacionales, ni se permiten comparar con la realidad de otras naciones. La necesidad de mostrar resultados de corto plazo es otra razón que desincentiva a los líderes políticos a enfocarse en la calidad educativa. Y en otras ocasiones, la falta de demanda social. Los padres y alumnos tienen poco incentivo a organizarse y demandar cambios educativos, ya que generalmente están más bien preocupados por la escuela particular de sus hijos y no del sistema en general.

Este fenómeno de no enfocarse en la calidad parecería algo generalizado. Pero algunos países han logrado cambiarlo, como Finlandia, Singapur y varios más que aparecen primeros en las evaluaciones de calidad educativa.

Promover mayor demanda social es fundamental para motivar a los políticos a realizar reformas educativas. Se encuentran muchos ejemplos de cómo grupos de la sociedad, con un genuino interés en mejorar la educación, se organizan para promover cambios. Como StudentsFirst, que se enfoca en involucrar a los estudiantes en demandar más calidad educativa o Todos Pela Educacao, asociación brasileña que agrupa empresas que promueven mejores prácticas educativas.

¿Pero hacia dónde debería estar orientada esa demanda? Hacia contar con los mejores docentes en todas las aulas, en todas las escuelas, independientemente de la condición económica, de su localización geográfica y la realidad familiar de los alumnos. Se deben definir estándares que sirvan como metas para la enseñanza. Y tenemos que empezar con una educación exigente desde la temprana edad, como han hecho los países que han disminuido la inequidad educativa. Y animarnos a evaluar la educación, como lo están haciendo los países que mejores sistemas educativos lograron. Se requiere evaluar los resultados obtenidos por los alumnos y la performance de los docentes y de las escuelas para contar con información de cómo nos esta yendo como sociedad educativa.

Fomentar una educación de calidad para todos los argentinos no puede estar limitado únicamente a la cuestión del acceso escolar, de la participación formal en el sistema educativo, desafío que las diferentes gestiones educativas han enfatizado en las últimas décadas. Tenemos que poner la calidad educativa como la prioridad.