domingo, 6 de abril de 2014

SOBRE LAS CAPACITACIONES PARA CONCURSOS DE OPOSICIÓN CARGOS DIRECTIVOS.-


Las capacitaciones deberían ser permanentes  desde las mesas de Gestión Provincial y Nacional, en el ámbito docente; pero, para cargos de conducción creo que se debería exigir más requisitos y mejores remuneraciones ,no solo antigüedad sino también títulos de grado ,magíster etc.,ya que van a ser los líderes proactivo de las Instituciones, lamentablemente en muchas ocasiones los aspirantes a cargos de conducción solo  tienen un “impulso egoísta de poder”,  que deviene de alguna historia de vida no resuelta o simplemente bien intencionados carentes de capacidad  ,luego se refleja en el fracaso  como conductor de una  unidad escolar  , obviamente esto ocurre en muchas instituciones y organizaciones sociales  ,pero creo, que como servidor público y mentor escolar , se requiere  abnegación  y un compromiso que va mas allá de aspiraciones personales.
. La educación  es "cosa seria", no es un juego de concursos,”cursos pistolas”, copiar y pegar o sumas de puntajes de cursillos.
Según Stephen Anderson, lo más difícil para un director es delegar: " los directores más eficaces no tratan de controlarlo todo; las responsabilidades de la escuela - en el camino al mejoramiento-, son compartidas". Como en toda posición de liderazgo, es necesario tener confianza en los otros adultos y sus capacidades de resolver los problemas que se enfrentan, así como crear las condiciones para que lo puedan hacer. Un error frecuente en cambio, es que los directivos busquen imponer sus propias visiones sin la colaboración verdadera y genuina de los demás.
Una dificultad adicional para los directores de escuela en nuestros días, es la necesidad de interpretar y utilizar datos sobre los resultados de aprendizaje. Para superar los problemas hay que identificarlos correctamente. Hoy en día las escuelas deben cumplir planes de mejoramiento escolar, y los directivos no cuentan con ninguna formación en este punto. "Los directores lo están aprendiendo pero en el trabajo, no en las aulas de formación de la universidad o los ministerios de educación", añade Anderson. Contar con estas habilidades es un gran desafío, porque las escuelas tienen que rendir cuentas de sus resultados y hay consecuencias aparejadas.
Una tercera dificultad para los directores de escuelas tiene que ver con que la situación actual exige de ellos una comprensión elemental de los principios pedagógicos, para que puedan identificar los problemas y mejorar la calidad de instrucción en la escuela. No basta con analizar y comprender los resultados de aprendizaje sino que es necesario conocer cuáles son las buenas prácticas a nivel de aula. No se requiere que el director sea experto, porque no puede serlo en todas las disciplinas, pero tiene que ser capaz de evaluar una conversación y de observar la sala de clases de una manera efectiva.
Hace 20 o 30 años los cursos para directores estaban más bien alineados a la administración, el manejo de financiamiento y recursos humanos. Hoy la formación de directivos apunta más acómo influir sobre las prácticas de docentes para llegar a un mejor resultado. Existen cambios de estructura y condiciones de trabajo, cuya utilidad ha sido demostrada para ayudar a los docentes en su misión de enseñar.
Este cambio de perspectiva se debió a que el enfoque se daba en la práctica, pero sin ninguna evidencia de resultados. En la actualidad se trabaja con los resultados sobre la mesa y se debe pensar en el comportamiento de todos los indicadores hacia el mejoramiento y el cómo sostenerlos cuando son buenos.

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