miércoles, 1 de mayo de 2013

AHORA HABRA ACUERDOS DE CONVIVENCIA EN PRIMARIA

 Los acuerdos de convivencia, que vinieron a reemplazar el viejo esquema de sanciones disciplinarias en la escuela secundaria, ahora también se aplicarán en las instituciones educativas de nivel primario de Entre Ríos



El Consejo General de Educación (CGE) acaba de aprobar el texto de la resolución Nº 1020, a través de la cual dio a conocer las orientaciones para el abordaje de la convivencia en la educación primaria, cuyo objetivo es establecer “un cuerpo normativo que instaure una estructura básica que regule el sistema de convivencia”. 
Es decir, un sistema de abordaje de la creciente conflictividad que atraviesa también a las escuelas primarias. 
Griselda Di Lello, directora de Educación Primaria, indicó que esos acuerdos se ponen en vigencia a partir de este año en las escuelas, y es una forma de acompañar el proceso de formación de los alumnos en un contexto “de respeto, de convivencia con pautas democráticas. Se hace necesario en la sociedad aprender a convivir en paz y armonía con el otro, y esto ayuda a eso”. 

• Mecanismo
El esquema plantea un modo “pacífico” de resolución de los conflictos escolares, sin que sea necesario aplicar medidas sancionatorias. 
“Podemos afirmar que existe una estrecha relación entre la práctica democrática y el tratamiento de los conflictos; esto se pone de manifiesto en la asunción plena de los derechos emergentes propios de las relaciones y vínculos humanos”, dicen los lineamientos que ya están llegando a las escuelas primarias de la provincia. 
“En este sentido –añade el documento– entendemos a la mediación como expresión de compromiso en la búsqueda de solución de los conflictos, para reconocer nuestras obligaciones como integrantes de la comunidad, protagonistas y autónomos”. 
A los directivos, desde Educación le plantean “trabajar un nuevo paradigma acerca de la convivencia escolar desde sus aspectos pedagógicos, el abordaje de las normas y medidas educativas en la escuela a partir de los aspectos positivos de los valores, la incorporación de métodos alternativos de resolución de conflictos, la autoridad docente y los acuerdos entre las familias, el establecimiento de consensos institucionales a la apertura de diálogos circulares”. 
El nuevo esquema de convivencia escolar supone, entienden las autoridades, una fuerte participación de las familias. “Las familias serán convocadas a alcanzar acuerdos de colaboración, que proyecten un compromiso común. Serán necesarios los consensos entre los adultos responsables de la educación de los niños y niñas”, prevé. 
Las nuevas normas de convivencia, entiende el CGE, no deben suponer un ejercicio punitivo, sino que tendrán un rasgo educativo. Y así define que “las medidas educativas no serán aplicadas en sentido punitivo, como castigo o sólo la inhibición de una conducta, sino que deben tender a una reflexión sobre la trasgresión y generar un cambio en la actitud del alumno/a, la transformación de la conducta y la concientización para que las faltas no se vuelvan a reiterar”. 
En ese marco, los acuerdos de convivencia, según Educación, deberán favorecer “la participación democrática de la comunidad educativa en su diseño, ejecución y resolución”; que se trata de un instrumento que haya sido elaborado en forma “consensuada”, y que no avance sobre garantías constitucionales de los niños. 
Pero no sólo deberá respetar el marco legal vigente, sino que además deberá regular la convivencia en la comunidad educativa y la preservación del mobiliario y la infraestructura escolar, pero hace una aclaración: “La privacidad e intimidad de las personas están exceptuadas de este campo normativo”. 
Ante una falta, se aplicarán “medidas educativas”, que se graduarán en función de la falta cometida “con la condición fundamental de ser educativa y de carácter formador”, dice el texto de la resolución que aprobó el CGE. 
“Al considerar medidas educativas en niños o niñas del nivel primario, se habilitará una instancia de diálogo previo y se escuchará el relato de los alumnos involucrados. En caso de trasgresión muy grave a las normas establecidas, las mismas se analizarán en espacios de diálogos circulares con la necesaria participación de la familia”, define. 
En ningún momento, ni siquiera frente a transgresiones graves, el mecanismo de convivencia escolar plantea la expulsión de un alumno de la escuela. 
Sólo se dará intervención a los equipos interdisciplinarios del Servicio de Apoyo Interdisciplinario Educativo (SAIE), y a los padres. “Estas medidas sólo serán adoptadas en casos extremos, buscándose la toma de conciencia responsable, por un lado del niño, pero también de la familia, para reorientar o restituir la trayectoria escolar cuando fuera necesario”, indica el texto de la resolución que reproduce EL DIARIO. (APF.Digital)

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