domingo, 7 de octubre de 2012

Tonetti: “Si queremos construir una Argentina creíble, la familia es el pilar fundamental”



 Por séptimo año consecutivo la Comisión Arquidiocesana de Justicia y Paz llevó adelante las jornadas Constructores de la Sociedad donde el tema central fue la educación y sobre la cual personalidades de la provincia entre ellas el gobernador Jorge Capitanich y la intendenta de Resistencia Aída Ayala, tuvieron un rol destacado disertando sobre las políticas en educación pública. Durante la apertura el presidente de la comisión Sergio Tonetti expresó que “la educación da valor agregado a la persona y a la sociedad, además es el mejor blindaje de los pueblos”.
 La jornada
Si bien las disertaciones de ayer fueron las que más repercusión tuvieron, los organizadores destacaron el trabajo realizado durante el primer día de encuentro realizado el viernes donde se desarrollaron talleres de capacitación y elaboración de propuestas sobre educación, de la que tomaron parte estudiantes y docentes de la provincia y que tuvo una conferencia motivadora a cargo de la licenciada Ángela Varela sobre “el hombre como sujeto y objeto de la educación”.
La jornada desarrollada en el salón auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNNE, que se inició a la mañana y terminó a las 21, contó con una gran participación de asistentes quienes siguieron con atención cada una de las ponencias y cuya apertura estuvo a cargo del presidente de la comisión de Justicia y Paz, Sergio Tonetti, y en segundo término lo hizo el arzobispo de Resistencia monseñor Fabriciano Sigampa. También tuvieron su espacio de reflexión el ministro de Educación Francisco Romero, la intendenta de Barranqueras Alicia Azula, el vicario episcopal de educación presbítero licenciado Juan Alberto Torrilla, la vicepresidenta del Consudec, Varela, las exdirectoras del colegio María Auxiliadora hermana Inés Rocchiccioli (secundaria) y la señora Gladys Monzón (primaria), el exministro de Educación Jaime Grabow, entre otros.
La apertura
Tonetti aprovechó la oportunidad para dar cuenta que la comisión que hoy preside, hace 17 años viene trabajando desde la iglesia y para la sociedad, tratando de plantear temas gravitantes e inherentes al crecimiento y en pos del bien de todos.
En el caso concreto del tema que los convocó como es la educación, señaló que “si lo tomamos como el arte de guiar a las personas para adquirir las herramientas necesarias para orientarse en la vida y de discernir el bien del mal, para cuidar la salud física y moral, entones ésta debe estar en verdaderos tutores de la misma, por lo tanto la familia es la primera educadora, antes que el mismo Estado y más allá de él. La escuela es estrecha colaboradora de la familia y muchas veces sustituta de ella, y se convierte cada día más en el hogar que alimenta el cuerpo y ofrece espacio de comunicación y el diálogo”.
Entiende de esta manera que “el Estado, con la escuela y la familia son los principales creadores del hombre que necesitamos, con vocación de servicio y visión de futuro, por eso la educación será siempre el mejor blindaje de los pueblos, por allí pasa la solución de nuestros problemas”.
Resaltó que “no podemos responsabilizar al Estado de todos nuestros males, ni le podemos exigir que él solo resuelva todos los problemas. Los ciudadanos tenemos nuestros compromisos y es un acto de cobardía eludir nuestras responsabilidades y trasladarlas a los gobernantes de turno. Pero el Estado es el que debe ser el gestor y animador de ciertas líneas, es el que debe alentar la formación seria y profunda de los ciudadanos en acción complementaria con las familias, los educadores y los medios de comunicación”.
Tonetti fue contundente al sostener que “si queremos construir una Argentina creíble y visible, la familia es el pilar fundamental”, al tiempo que agregó que “la educación además de proporcionar herramientas laborales, cualifica a la persona y acorta las diferencias sociales. La educación da valor agregado a la persona y a la sociedad y ocupa un lugar de privilegio de formar hombres sensatos y honestos que serán los futuros dirigentes de nuestro país”.
También recordó palabras de Juan Pablo II quien dijo que “la pobreza de los bienes naturales duele, pero la pobreza de la cultura humilla”. 
Ante esta línea de pensamiento dijo que “es tiempo de frenar la desesperanza y soñar una Argentina posible, desde los valores y desde el trabajo constante de todos, es tiempo de tomar decisiones claras y valientes, de formación y acción; es tiempo de priorizar a los jóvenes, pero para esto debemos contar con un proyecto que cuestione problemas fundamentales sobre qué argentina queremos y qué educación queremos entre otras preguntas”.
Por último reflexionó que “no hay gobierno sino desde la democracia y con los políticos, y no hay progreso sino desde las instituciones constitucionales y desde la libertad. Es que deberíamos comprometernos todos en la apasionante tarea de educar, según estos principios y desde el propio lugar que nos toca”.

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