sábado, 28 de abril de 2012

1º DE MAYO: DÍA DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL Y DEL TRABAJO


En Argentina, el día 1ª de Mayo tiene un doble significado, porque un 1ª de Mayo de 1853, el Congreso General Constituyente, reunido en la ciudad de Santa Fe sanciona la CONSTITUCIÓN 
NACIONAL, otorgando a la Nación argentina la columna vertebral de su ciudadanía, y porque cada 1ª de Mayo todos los trabajadores del mundo eligieron ese día como jornada de lucha y de ratificación de sus derechos y reclamos contra las injusticias sociales. Además, la Iglesia Católica apoyó tácitamente esta jornada proletaria, al declarar ese día como festividad de San José Obrero.
Mayo es un mes marcado por la historia, una tradición de lucha que arrancó un primero de mayo de l886 allá en Chicago, cuando un grupo de trabajadores organizó una movilización popular en reclamo de la jornada de ocho horas en una época en donde lo “natural” era trabajar entre 12 y 16 horas por día. La mayor democracia del mundo respondió brutalmente, y fraguando un atentado, encarceló a un grupo de militantes, 4 de los cuales fueron ahorcados, uno prefirió suicidarse, dos fueron condenados a prisión perpetua y otro a l5 años de cárcel.
“Si creen que ahorcándonos podéis acabar con el movimiento obrero...el movimiento obrero del cual los millones de oprimidos, los millones que laboran en la miseria y la necesidad esperan su salvación, si ésta es su opinión, entonces ahórcanos..!!Aquí
pisoteáis una chispa, pero allí y allá, detrás de ustedes, frente a ustedes, y por todas partes, las llamas surgirán. Es un fuego subterráneo. No lo podrán apagar!”
Estas fueron las palabras que pronunció Albert Spies antes de ser ejecutado en la horca.
Pasaron 120 años de aquellos crímenes de Chicago y pasó mucho agua y mucha sangre bajo el puente.
En nuestro país cada primero de mayo nuestros trabajadores tomaron las calles desafiando al poder, recordándole que existían y que no se resignarían a ceder sus derechos. El poder se sintió afectado y pretendió y en ocasiones lo logró, arrasar con las históricas conquistas del movimiento obrero. Persecuciones salvajes, secuestros, torturas y desapariciones durante los gobiernos golpistas; amenazas de despidos, rebajas salariales, precarización laboral y complicidad de algunos dirigentes sindicales, son en estos últimos años las armas del poder para mantener y aumentar su tasa de ganancia a costa del sudor ajeno.
Durante el Siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentado con leyes para los trabajadores, para otorgarles derechos de respeto, retribución y amparo social. En Argentina, entre algunas leyes, podemos citar la ley de descanso dominical, la de indemnización de accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, la que limita la jornada laboral a 8 hs. y la ley de despido.

El trabajo es un integrante de la estructura personal del hombre: el hombre necesita trabajar, no sólo para producir y enriquecerse, sino para ser feliz, para no sentirse frustrado. El trabajo es fuente de equilibrio y progreso de un país. La falta de trabajo, la desocupación, la esclavitud, el trabajo de los niños, la desigualdad, y tantos otros problemas desequilibran a la persona y a todo un país. Por eso, se hace imperioso pedir a Dios ilumine a nuestros gobernantes para que encuentren soluciones a estos problemas que aquejan a la humanidad.

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