martes, 7 de febrero de 2012

El «CGE» aumentó las prácticas profesionalizantes en más de 200 horas reloj por cada especialidad del secundario.


En 2012, el Consejo General de Educación (CGE), a través de la Dirección de Educación Técnico Profesional, incrementó en más de 200 horas reloj las prácticas profesionalizantes para cada especialidad. La medida alcanza las escuelas técnicas, agrotécnicas y centros de formación profesional.



Su importancia radica en que «dichas prácticas son una clara oportunidad para vincular a la institución educativa con el sistema socio productivo del entorno», al decir del titular del área, Humberto José.
De esta manera se completa el noveno bloque de horas cátedras, conforme a la continuidad de la implementación de la nueva estructura curricular para diferentes tecnicaturas del nivel secundario.
Por su parte, la titular del CGE, Graciela Bar, resaltó que dichas prácticas son «estrategias formativas integradas en la propuesta curricular, con el propósito de que los alumnos consoliden, integren y amplíen las capacidades y saberes que se corresponden con el perfil profesional en el que se están formando».
Aclaró que son organizadas «por la institución educativa, referenciadas en situaciones de trabajo y desarrolladas dentro y/o fuera de la escuela».
La implementación de las prácticas profesionalizantes (o de formación) fue aprobada mediante la Resolución Nº 1.277/10 CGE, en la que se establecen sus criterios y finalidades.
«El objetivo fundamental es poner en práctica saberes profesionales significativos sobre procesos socio-productivos de bienes y servicios que tengan afinidad con el futuro entorno de trabajo de los jóvenes, en cuanto a su sustento científico-tecnológico y técnico», explicó Humberto José.
Puntualizó que «su desarrollo supone el compromiso presencial de formación por parte de los alumnos, en más de 200 horas reloj por especialidad completa del nivel secundario y en un régimen de tres horas cátedras semanales para los estudiantes que cursan el 5°, 6° y 7° año del ciclo superior».
«Además, contempla la intensificación y ampliación de los acompañamientos técnico-didácticos y capacitaciones respectivas para los docentes tutores que se encuentran a cargo de las prácticas profesionalizantes», acotó el funcionario.
Respecto a su implicancia institucional, valoró que «son una posibilidad de romper el aislamiento y la desconexión entre la escuela y las organizaciones de diverso tipo del sector socioproductivo», preparando a los jóvenes para insertarse en el mercado laboral en un futuro próximo.
Modalidades
Consultado sobre los formatos que pueden asumir estas prácticas, el profesor detalló que «pueden ser diferentes, siempre y cuando mantengan con claridad los fines formativos y criterios que se persiguen con su realización».

Entre ellos, enumeró lo siguiente:

a) Pasantías en empresas, organismos estatales o privados o en organizaciones no gubernamentales.
b) Proyectos productivos articulados entre la escuela y otras instituciones o entidades.
c) Proyectos didácticos / productivos institucionales orientados a satisfacer demandas específicas de determinada producción de bienes o servicios o destinados a satisfacer necesidades de la propia institución escolar.
d) Emprendimientos a cargo de los alumnos.
e) Organización y desarrollo de actividades y/o proyectos de apoyo en tareas técnico profesionales demandadas por la comunidad.
f) Diseño de proyectos para responder a necesidades o problemáticas puntuales de la localidad o la región.
g) Alternancia de los alumnos entre la institución educativa y ámbitos del entorno socio productivo local para el desarrollo de actividades productivas.
h) Propuestas formativas organizadas a través de sistemas duales.
i) Empresas simuladas.
Un papel clave
José señaló que el gobernador Sergio Urribarri, al referirse al tema, destacó el «papel clave» que tiene la formación técnico profesional «en la lucha por la igualdad de oportunidades».

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