IOWA, Estados Unidos.- ¿No era apenas ayer que los maestros confiscaban los celulares y los directores advertían sobre el exceso de uso compartido de MySpace ? Ahora, un pequeño pero creciente grupo de educadores en Estados Unidos intenta explotar la tecnología tipo Twitter para estimular el debate en clase. Estos profesores afirman que las redes sociales, antes excluidas de la escuela, pueden atraer a estudiantes que rara vez levantan la mano y animarlos a expresarse a través de un medio que les resulta tan natural como respirar.
Como ejemplo basta mencionar lo ocurrido en el aula en la que enseña Erin Olson, una profesora de inglés de Sioux Rapid, Iowa. Pocas semanas atrás, mientras algunos de sus alumnos del 11° grado leían en voz alta un poema llamado To the Lady , que reflexiona por qué los espectadores no intervienen para impedir las injusticias, otros mantenían un comentario al respecto en sus laptops. La poeta dice que "la gente protestaba e intentaba intervenir, pero no hacía nada", escribió en el ciberespacio una estudiante.
En lugar de ser una distracción, la charla se hacía eco del discurso principal, y lo alimentaba, dijo Olson, que monitoreaba los mensajes y trataba de incluirlos dentro de la lección.
Con Twitter y otras plataformas de micro blogging, los docentes, desde las escuelas elementales hasta las universidades, están estableciendo lo que se conoce como "un canal lateral" en sus clases. Las comunicaciones digitales en tiempo real permiten a los estudiantes comentar, formular preguntas (que son respondidas por otros estudiantes o por el docente) y deshacerse de las inhibiciones para expresar sus opiniones.
Nicholas Provenzano, maestro de inglés de la secundaria Grosse Pointe South, de las afueras de Detroit, dijo que en una clase de 30 estudiantes, sólo 12 llevaban adelante la conversación, pero otros ocho intervenían por medio del canal lateral. "Y otros ocho estudiantes que participen del debate es algo muy importante", dijo.
No obstante, los escépticos -que a estas alturas están ampliamente superados por los entusiastas- temen que introducir canales laterales en las aulas pueda distraer a estudiantes y docentes y conducir a comentarios ajenos al tema, inapropiados o incluso agresivos. Una encuesta nacional publicada el mes pasado reveló que el 2% de los miembros del cuerpo docente universitario había usado Twitter en clase y que casi la mitad pensaba que hacerlo afectaría negativamente el aprendizaje. Cuando Derek Bruff, docente de matemática y subdirector del Centro para la Enseñanza de la Universidad Vanderbilt, sugiere a sus colegas que prueben los canales laterales, "la mayoría me mira como si viniera de otro planeta", dijo.
La opinión general acerca del uso de las laptops en clase es que los estudiantes las usan para no prestar atención, ver e-mails o hacer compras. Bruff agregó que los profesores pueden reducir esa actividad dándoles actividades relacionadas con la clase para que las hagan a través de sus dispositivos móviles.
Además de Twitter, los docentes han recurrido a otras plataformas, como Google Moderator, que ofrece lugar para subir preguntas típicas de una clase y vota por aquellas que tienen más posibilidades de ser respondidas. Today's Meet, usada por Olson, ofrece una "sala" virtual.
La Universidad de Purdue, Indiana, desarrolló su propio sistema de canal lateral, Hot Seat, hace dos años, con un costo de 84.000 dólares. El sitio permite subir comentarios y preguntas, que pueden leerse en laptops o teléfonos inteligentes, o proyectarse sobre una pantalla grande. Sugato Chakravarty, profesor de finanzas, responde a las preguntas que han sido votadas. Antes de Hot Seat, "no conseguía que los estudiantes hablaran -dijo-, todo el mundo estaba intimidado".
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