miércoles, 18 de marzo de 2015

Mujeres y educación



En oportunidad de la evocación y celebración de un nuevo Día Internacional de la Mujer, circularon diversos relevamientos de universidades argentinas respecto al acortamiento de la brecha educativa y laboral de las mujeres respecto a los hombres principalmente cuando aumenta el nivel de estudios.

A nivel global y mundial, las niñas y adultas todavía están muy lejos de la escolarización, la alfabetización y el reconocimiento en cargos políticos y laborales.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), existen “31 millones de niñas de educación primaria no están escolarizadas” y “dos tercios de los 774 millones de analfabetos del mundo son mujeres”.

Entre los jóvenes analfabetos, de los 123 millones a nivel mundial, dos terceras partes, es decir 76 millones, son mujeres, según la organización de Naciones Unidas.

En el planeta, hay solo un 21,4 por ciento de mujeres en los parlamentos nacionales, las mujeres representan las dos terceras partes del total de ciudadanos más pobres del planeta y una de cada nueve niñas en el mundo se casa antes de cumplir los 15 años, esto último en culturas que signarán su futuro dentro del hogar, sin prácticamente hacer otra tarea.

En la Argentina, un estudio del Observatorio Social de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), de Santa Fe, abordó las diferencias de género en el mercado laboral en relación al nivel de estudios realizados y del que infiere que “la educación iguala las diferencias de género en el mercado de trabajo”.

El estudio determinó, entre otras conclusiones, que “considerando las tres variables para analizar la situación laboral desde la categoría ‘necesidad’ de trabajo, en los niveles más bajos de educación -sin intervención de la edad- las chances que comparativamente tienen un jefe de hogar y una jefa de hogar, para el varón esas oportunidades son a favor, en una proporción de 7 a 1”.

“Pero si analizamos la incidencia de los estudios superiores (terciario o universitarios), las chances de que un jefe de hogar tenga trabajo en ese período de años, sobre las jefas de hogar es 3 a 2”, apuntó Roberto Meyer, director del Observatorio Social de la UNL.

Por lo tanto, que las chances de tener trabajo con mayor nivel educativo “son mucho más importantes para la mujer que para el hombre”.

La Universidad Pedagógica (UNIPE), reveló a su vez, en el marco del Día Internacional, que la imagen general que ofrecen las estadísticas sobre el acceso a la educación de mujeres y varones en la Argentina actual “es la de una ventaja, en todos los indicadores, a favor de las mujeres”.

El informe “Mujeres y educación en la Argentina”, realizado por investigadores de la UNIPE, advierte que “se revirtieron las brechas en las últimas décadas”.

Recordó la casa de altos estudios de la Provincia de Buenos Aires que, hacia 1947, las tasas de analfabetismo de mujeres y hombres se habían reducido marcadamente, y destacó que “las desigualdades educativas medidas en función de la brecha entre tasas también se habían estrechado hasta los 3 puntos porcentuales, del 15 al 12%.

Remarcó que, “desde 1980, el descenso en la brecha es sistemático, para anularse en 2001 y 2010 con tasas de analfabetismo del 2% en ambos sexos”.

Los indicadores mundiales hoy aparecen distantes de la realidad que plantean dos universidades argentinas respecto al tratamiento de las niñas y mujeres en oportunidades educativas, y de acceso a lugares importantes en lo social y laboral, por lo que es indicado alertar también sobre esta existencia de fuertes desigualdades.

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